
También desde Zaragoza, pero esta vez Aurora, muy buena gente, me manda un link para opinar. Lo veo y me quedo perplejo. Aún queda gente campechana, que coge el toro por los cuernos y llama a las cosas por su nombre, sin medias tintas.
El video es el siguiente: http://www.youtube.com/watch?v=gOhzaM48mwA
Transcribo lo que dice el juez de menores: Emilio Calatayud.
DECÁLOGO PARA FORMAR A UN DELINCUENTE: (lo negrita son palabras textuales del juez. En letra normal mi apreciación como padre novel, desde hace 3 años y medio).
1. Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece. Antes las cosas se daban en momentos puntuales, sacando unas notas muy buenas, por cumpleaños o Reyes o de coña si un día te portabas bien. Ahora parece que se les da a los chiquillos todo lo que a nosotros se nos negó y esa no es la solución. A mi también me gusta regalarle cosas a mi hijo, pero no les hinchemos de presentes, porque además, no sabrán valorar los regalos, las cosas, no las cuidaran y en días pasarán al más absoluto olvido.
2. No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente. No es suficiente con que el niño sea bueno en matemáticas o literatura, hay que ser mejor si cabe en valores. Inculcarle el respeto a los mayores o a otras personas, el trabajo en equipo, la ayuda a semejantes desde bien pequeños.
3. Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto le animará a hacer más cosas graciosas. Aunque parezca que están ausentes, los niños con apenas dos años y medio se enteran de todo. Hay gente que rie la gracia y que se piensa que el niño no se entera y eso es mentira. Si se le ríen las gracietas, las repetirán.
4. No le regañe nunca nile diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad. El niño tiene que distinguir lo que está mal y lo que está bien y si insiste en hacer mal las cosas hay que regañarles. No hablo de insultarles llamandoles inútiles, desgraciados o demás.... hay que explicarles lo que está mal y porqué está mal.
5. Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes... Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás. El niño tiene que aprender desde pronto a recoger sus cosas, a ir pillando hábitos de orden, porque forman una base a tener, en el futuro, una vida ordenada y así tiene, en su medida, sus pequeñas responsabilidades.
6. Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no de que sumente se llene de basura. Filtrar lo que ve y lo que lee. Antes con 2 cadenas de tele y cuatro revistas era muy fácil, ahora es difícil y toca redoblar esfuerzos, pero hay que hacerlo sí o sí. Cierto, nos preocupamos por pijadas que antes no pasaban y dejamos llenar el cerebro de nuestros hijos con basura.
7. Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizás por su propia conducta, quede destrozada para siempre. Ni reñir ni discutir la autoridad del progenitor/a. Si se discute que sea lejos del niño. A veces es muy difícil, hay que callar pero es otro esfuerzo que conviene hacer. Hogar armonizado.
8. Dele todo el dinero que quiera gastar, no vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar. El dinero lo administran los padres y si quiere dinero, a ciertas edades, que trabaje, que pelee, que luche, que salga a la calle. Los padres no somos cheques al portador y los hijos deben de ver que tienen que pelear por su futuro desde jóvenes.
9. Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podría producirle frustraciones. En la misma línea que el antiguo punto. Más que nada porque si les acostumbras a sacrificarse, luego estarán más preparados para la vida, para la realidad cuando vengan mal dadas. Hay un anuncio que me da grima, que es el del coche ese que incorpora DVD para los niños. ¿Porque ser padre si que es duro?, dice el slogan. Claro, como es duro, pues nada le ponemos un DVD atrás para que nos dejen tranquilos y vean lo que quieran. Así no nos molestamos en educarles que mientras se conduce, la boquita ha de estar cerrada. Es más fácil. Que lástima de sociedad. A nosotros que nos encasquetaban en esos viajes interminables los cuentos infantiles en cassete, ¿os acordáis? o canciones de Adamo (que grande Salvatore) o de los Brincos.... y nos callábamos, que si no paraba el coche mi padre y nos daba un cachete (una hostia vamos) en el culo que no nos movía hasta que llegábamos al destino.
10. Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores, vecinos, etc. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarle. A mis padres, profesores, aún vienen padres a pedir explicaciones de porqué han suspendido a sus hijos, a dar la razón al hijo en lugar del profesor.... Da asco ver como tratan muchos alumnos ahora a sus profesores. Como dije en mi post de "La edad del todo vale" la educación empieza en casa.
Chapeau a don Emilio Calatayud (Juez de menores) y gracias Aurora por un tema tan bueno.
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