Cuando eramos reyes...

Recuerdos, momentos vividos, gente con la que compartirla. Un post hecho con todo el cariño del mundo a toda la gente con la que me he cruzado por la vida y se ha tomado la molestia de conocerme, empezando por mi familia a la que ya dedique un post hace unos dias, padre, madre, hermano, mujer e hijo sobre todo.
Esta vida no sería nada sin esos pequeños detalles que quiero ennumerar de la manera más original posible. Mi querido Madrid, sus tabernas de la Cava Baja, los bocadillos de calamares, las cañitas de cerveza, sus noches eternas, el local cutre o el de alto standing, lo mismo da. La gran Vía, mírala, mírala la Puerta de Alcalá y la de Toledo, la estación de todos, Atocha. La magia de mi Diosa favorita Cibeles, un partido en el Bernabéu, mi Real Madrid. Ver a Laudrup dando un pase de gol a un compañero mientras mira sonriente a un niño en la grada, a Zidane haciendo ballet vestido de futbolista o a Guti inventando sólo lo que a un genio incomprendido se le puede ocurrir. Madrid es mi infancia, mi Leganés, mi colegio El Salvador. En el estudié con mi compañera de clase favorita, buena amiga y mejor persona, Laurita (ay que joderse, 30 años después y te sigo llamando así) y con un tio que es todo corazón, Gonzalo... Los profes eran Don Miguel, Don Luis, Don Pascual y las profesoras eran "seños". El respeto era total y el cariño a la altura de la admiración que les teníamos. Sandrita, Mata, Morales, Marcos, Vero, Mingo, Vélez, Espartosa, Noelia... Todo buena gente.
Mi peña de la Uni. Las partiditas de mus regadas por chocolate con churros a primera hora o con cerveza y pincho de tortilla si pasaban las 11. El Gallo Rojo siempre a tope, las escapadas a Húmera, a los Campus de la Complu los viernes a beber y a conocer, el viaje a Amsterdam y París. Un todo de todos (porro fabricado el último día del viaje con todo lo que nos quedaba mezcladito), el Bulldog, la maría con opio, la pateada eterna por los Campos Eliseos, el Sena. La suerte de conocer a gente como Jose Ortega y liarla en su piso noche sí, noche también mientras mi querida madre pensaba que estaba estudiando. José, un tio que merece un reconocimiento por mi parte porque es de esos amigos que sé que no perderé... y que para mi suerte vive cerquita mio. Pero no me olvido de mi mulato Jeansy (otra persona bastante especial), de mi pucelana que aunque descubrí tarde tuve la suerte de poder descubrirla a tiempo, va por ti Susana. Ni de otra pucela´s power Gela. de ese viaje a Valladolid que nos marcamos. Mi vida es también de gente como Paulita, Lody, Laura, Valeria, Alicia, Paloma, María... chicas fabulosas en medio de una fauna especial. No me olvido de los chicotes, de Ulises, de Quintas, de Tarrero, de Alfonso, de Pere Pau, de Alberto, de Guillermo, de Iñaki, de Felipe... mucha gente que me conquistó y a los que sólo les puedo dar las gracias. ¿Os acordáis de Nación Flamenca, de los billares, de El Macetero?... Pero no sólo gente de mi promoción, esa chupipandi de la peña del 75 con Anita Hevia, una de las mejores personas que he conocido, siempre tenía un ratito para hablar contigo. No me olvido ni de Irene Soto, Bego... que grandes. Esos Héroes del Silencio, que fiestas. Mi grupo y el de gente tan acojonante como Angie Morales, Pili Villa, Alberto González o Ray... nos lo hemos pasado de puta madre.
Mi vida no sería nada sin la música. Oir cualquiera de Héroes del Silencio en directo, "La carta" (va por ti Angie)... ese Maestro Juan Valdivia en la guitarra genio y figura; el último indio cherokee que queda en el rock, Joaquín Cardiel en el bajo; a la batería, Mister Pedro Andreu y el músico más grande que ha nacido en esta piel de toro: Enrique Bunbury. Grandes, como grandes lo eran Antonio Vega y Enrique Urquijo. Enorme como Loquillo, como Iván Ferreiro, Jaime Urrutia o el que para mí es el nº3 (tras Bunbury y Antonio Vega), Don Enrique González... oid su canción "Cuando éramos Reyes". ¿Os véis reflejados?... Seguro que sí, la abré oido mas de 400 veces y no me canso. que sería de nuestra vida sin música... sin U2, sin Bruce, sin REM, sin Metallica, sin Red Hot... sin Smashing Pumpkins.
Y a la vida hay que ponerle música, tu BSO, y en esa no puede faltar un amigo, un ejemplo, un tio al que he visto como ha ido creciendo en el negocio de la música y se ha hecho un hueco muy gordo en el mundo del rap... difícil jodido. poniendo de su pasta, autoproducciéndose y como el dice "Comiendo arroz todos los putos días"... eso es dedicación Darmo. "Mantenlo ilegal". Buscadlo en youtube, merece la pena. Y me alegro de su éxito, como me alegro de que en su equipo este mi hermanito el Perla, otro tio de puta madre. Esa es mi gente, el BIG TEAM con D-stro para completar la terna.
Hay un pueblecito a 38 km. de Madrid que no puedo pasar por alto. Mi Colmenarejo querido. Hay he crecido y hay he echado raíces. Ahora en la lejanía lo añoro una barbaridad. Ese Parqueazul, su gente, su piscina, los veranos, las fiestas, los chiringuitos de las fiestas, las borracheras que nos agarrábamos en los chiringuitos de las fiestas. Mi grupo de gente, todos... mayores, medianos y pequeños. Cabre, Pitu, Golfo, Javi M., Santi, Gabi, Cirio, Marta, Luky y Valentina, Javi Bejerano, Anibal, Sardás, Zornozás, Enrique Gonzalez y Enrique Lopez, Carlos Conde, Pablo Conde, Noelia, Alonso, Sergio Martínez y Pérez, Leo, Maite, Isa, Buby, Pachi, Ricondo, Pita, Arnal, los Esteban, Navarrete, Moli, Alba, Cris y Patty, el Chute, Kike Escribano... madre mía... los mayores, Héctor, Ana Marquina y las Gajate... mucha gente con la que he compartido mil cosas, vivencias, actuaciones de teatro, 24 horas de tenis, ese Juanga del Triplete, las pancartas "prestadas" de la Renault, vaquillas, cervecitas en la terraza de la piscina, fiestas de Nochevieja, bañitos nocturnos en la pisci, salidas por Villalba y nuestro centro de operaciones el Choice, la barra de Óscar con sus precios y la de Santi...
Mi Colme y la tierra de mi padre, Campo de Criptana, mis raíces manchegas, sus molinos, la Tierra de Gigantes de la que estoy enamorado. Como enamorado estoy de Valencia, de las Fallas, de la Paella, de la Albufera, de la Basílica de la Mare de Deu. La tierra que me ha acogido, adoptado y que me quiere. La patria chica de Joan, de Manu y de Marta, de Carlos, de Javi, de mi mujer, de la persona a la que amo, Mari Ángeles y de mi hijo Luis, lo más grande.